domingo, 21 de diciembre de 2008
CUENTOS SIN MORALEJA (X): LA LECHERA (final abierto)
jueves, 11 de diciembre de 2008
INVIERNO AL AIRE LIBRE
La luz al ojo
El frío en el cuerpo
La piedra y el culo
© Jesús Martín Camacho.2008.

martes, 9 de diciembre de 2008
ECHO DE MENOS HABLAR DE CINE
Yo echo de menos tu cara ante mi carpeta de películas. Sólo habíamos intercambiado algunas frases y ya sabíamos que ahí había dos amantes del cine. Echo de menos que me descubrieras a Eddie Felson, que yo te presentara a Chow Mo-Wan -cuando ya lo habías conocido en "2046"-. Los "suerte" antes de las películas en el cine; los descubrimientos en la penumbra: "La vida de los otros", "Una historia de violencia", "Infiltrados", etc.
Echo de menos las competiciones de críticas y votaciones de Eddie y Totó en filmaffinity; que ellos se convirtieran poco después en Bill y Pat. Echo de menos tu cinefagia tardía, tu envidia a mi temprana film-glotonería. Tus conocimientos del cine de los setenta, el descubrirte pequeñas joyas de los treinta y los cuarenta. Regalarte "La senda tenebrosa", "Los sobornados" y tantas otras; recibir de ti "Pulp fiction", "Vidas rebeldes" y tantas otras.
Echo de menos empezar a hablar de películas durante un partido; terminar el encuentro y poner alguna: otro vodka, otro whisky. Charlar sobre cine, mascar películas, respirar escenas, oler diálogos. Te sabes todas las frases ("¿película?"), mi vergonzosa mala memoria. "Dead man" a la una de la mañana. "Deseando amar" a las cuatro de la tarde (¿acaso hay alguna mala hora para una buena película?).
Echo de menos una tarde de listas: mejores actores, peores actrices, películas por género, por décadas, por inicios, por finales; mandar más de veintes mensajes en dos horas para dar a elegir entre dos actores, directores, etc. ("¿Jack Lemmon o Walter Matthau?", "¿Maribel Verdú o Aitana Sánchez Gijón?", "¿Frank Capra o George Cukor?"). Competir a haikus sobre cine, escribir el más bello a medias... para que se nos olvidara media hora después. Los "¡eureka!" cuando de pronto recordábamos el dato que no quería salir ("¡ostia, tío!"). Jugar a los anacronismos: "¿quién de los actores de hoy habría hecho "Grupo Salvaje"?, ¿Quién de los antiguos "El club de la lucha"?"
Echo de menos abrir el armario de las películas y lentamente recorrer con los dedos y la memoria los dvd para ver cuál es el elegido.
Echo de menos cambiar un canal, encontrarnos con William Munny y ya no apartar la mirada hasta que termine la película (el metacine: "he matado a muchos hombres en mi vida"). Ver películas dobladas, en v.o., en v.o.s., oírlas desde la cocina, desde el patio dándole patadas al balón.
Echo de menos que quieras que escribamos guiones juntos, meterle mano a los tuyos, que me dirijas en "L'Antiqua".
Echo de menos el cine, tu cine, mi cine. Nuestro cine.
lunes, 8 de diciembre de 2008
EL CINE LLEGA A MACONDO
"Se indignaron con las imágenes vivas que el próspero comerciante don Bruno Crespi proyectaba en el teatro con taquillas de boca de león, porque un personaje muerto y sepultado en una película, reapareció vivo y convertido en árabe en la película siguiente. El público que pagaba dos centavos para compartir las vicisitudes de los personajes, no pudo soportar aquella burla inaudita y rompió la silletería. El alcalde, a instancias de don Bruno Crespi, explicó mediante un bando, que el cine era una máquina de ilusión que no merecía los desbordamientos pasionales del público. Ante la desalentadora explicación, muchos estimaron que habían sido víctimas de un nuevo y aparatoso asunto de gitanos, de modo que optaron por no volver al cine, considerando que ya tenían bastante con sus propias penas para llorar por fingidas desventuras de seres imaginarios."
domingo, 23 de noviembre de 2008
ALGECIRAS, ALREDEDORES.
Sobre todo en este frío. Si el tiempo está despejado no dejan de impresionar las vistas desde el Puerto del Cabrito, no desmerecen mutatis mutandis a las del pirata de Espronceda: a un lado, la bahía de Algeciras; al otro, el pálido dorado de las arenas tarifeñas; enfrente, la cercana África; detrás, tierras interiores del Campo de Gibraltar.
Caminar con un buen amigo al lado, ya sea sin hablar, diciendo tonterías o repasando verdades hace doblemente buena la excursión. Si ese amigo es tu hermano, tan hermano como amigo, miel sobre hojuelas.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
PESSOA, RICARDO REIS, SARAMAGO. LISBOA.
Este amor a la ciudad me llevó (gracias, Víctor) a un autor también tan querido como denostado, José Saramago, en su lúcida y pausada reflexión de la ciudad de El año de la muerte de Ricardo Reis.
Ha sido Lisboa la que me ha llevado a Saramago, pero lo que realmente me ha atrapado ha sido la atmósfera pessoana (perdón por el adjetivo) de la aburrida rutina de su heterónimo Ricardo Reis.
Leer el siguiente fragmento ha sido recordar los más bellos pasajes del famoso “Hora absurda” de Pessoa. La soledad y la lluvia tras los cristales:
“Ricardo Reis cerró la ventana, apagó la luz, se sentó en la butaca, con una manta tendida sobre las rodillas, oyendo el oscuro y monótono ruido de la lluvia, este ruido es verdaderamente oscuro, tenía razón quien lo dijo. No se durmió, tiene los ojos muy abiertos, envueltos en la penumbra como un gusano de seda en su capullo, Estás solo, nadie lo sabe, calla y finge, murmuró estas palabras, en otro tiempo escritas, y las despreció porque no expresaban la soledad, sólo el decirlas, también al silencio y al fingimiento, por no ser capaces más de decir, porque ellas lo son, las palabras, aquello que declaran, estar solo, querido señor, es mucho más que conseguir decirlo y haberlo dicho”.
Canal de Beagle. Argentina. Foto: © Jesús Martín Camacho. 2008.
lunes, 10 de noviembre de 2008
EN UN LUGAR SOLITARIO (VI): THE HUSTLER
The Hustler: Película fría, dura, cínica, pesimista. Para mayores. Blanco y negro de picados / contrapicados y espectadores retratados al fondo. Paul Newman trabajando con sus ojos, Jackie Gleason con su cuerpo, George C. Scott mefistofélico y Piper Laurie de soledad en grietas aceptadas. Enfrentamientos en la mesa de billar, en apartamentos, estaciones y en la cabeza. La búsqueda del carácter, la peligrosidad del talento. Caer o no. Cuatro personajes, caras de uno solo.
Antes de los diálogos, dos críticas:
"La soledad que sufre Sarah sólo es equiparable a la necesidad inconsciente de Eddie de encontrar su carácter. La soberbia en la interpretación de Paul Newman (que no soberbia interpretación en un juego fácil de palabras) y el realismo en la de Piper Laurie hallan su punto de encuentro en la costumbre de ganar -en cualquier terreno- de Bert (George C. Scott)."

Bert Gordon: El billar.
Eddie Felson: ¿Es ironía?
Bert Gordon: No hay otro jugador de billar como tú si lo haces siempre como lo hiciste la otra noche en Ames. Tienes talento.
Eddie Felson: Pues si tengo talento, ¿qué me derrotó?
Bert Gordon: Tu carácter.
Eddie Felson: ¡Qué tontería!
Bert Gordon: Sabes que digo la verdad. Todos tenemos talento. Yo lo tengo, pero ¿crees que se puede jugar fuerte al billar durante 48 horas contando sólo con el talento? ¿Crees que el Gordo de Minnesota tiene fama de ser el mejor sólo por su talento? No. El Gordo de Minnesota tiene más carácter en un solo dedo que tú en todo tu cuerpo.
Eddie Felson: Me emborraché.
Bert Gordon: El bebió tanto whisky como tú.
Eddie Felson: Sabrá beber mejor que yo.
Bert Gordon: Sabe, desde luego también hay que tener talento para beber whisky. ¿Crees que El Gordo nació sabiendo beber?
(…) Se acerca a la barra, junto a Eddie.
Bert Gordon: Eddie, ¿puedo hacerte una observación personal?
Eddie Felson: ¿Más de las que me ha hecho?
Bert Gordon: Eddie has nacido para perder.
Eddie Felson:¿Que he nacido para perder?
Bert Gordon: Por primera vez en diez años vi al Gordo de Minnesota hundido, acorralado, pero le dejaste escapar.
Eddie Felson: Ya le he dicho que me emborraché.
Bert Gordon: Claro. Te emborrachaste. Tenías el mejor pretexto para perder. No importa perder con una buena excusa. Pero ganar resulta a veces como una carga, pesa mucho, es un fardo del que puedes deshacerte con una excusa. Lo único que tienes que hacer es compadecerte de ti mismo. Es uno de los mejores deportes: compadecerte de ti mismo. Es un deporte que gusta mucho. Sobre todo a los fracasados.
domingo, 19 de octubre de 2008
BENALAURÍA, ENDRINAS Y CASTAÑAS
miércoles, 17 de septiembre de 2008
THE HOUSE THAT NANI&ALBERTO BUILT
En un segundo tiempo, la casa se convirtió en estudio de dos artistas, de almuerzo compartido con los amigos (los que menos tenían abrazaron a los tres peregrinos), de conversación lánguida de sobremesa, altos ventanales y cocina amenazada por vecino esquizofrénico. A la tercera, la casa fue de vaso de agua y poco más, pero seguían guiñándome sus muebles, sus libros, los dibujos.
De repente, la casa de Alberto y Nani se ha convertido en un sofá albino, un oasis donde uno se atreve hasta a cerrar las ventanas en pleno junio en Sevilla. Bendiciones del microclima de un mundo-salón que no invita, sino arrastra al insomnio desde la biblioteca-discoteca. Ésa que no deja respirar ni un centímetro de su pared (¡aunque sé que los mejores discos están en el dormitorio, truhanes del sancta sanctorum!). Aún así, el sueño te recoge y nada hay que te despierte (ni vecinos –¿los habrá algún día?- ni habitantes).
miércoles, 10 de septiembre de 2008
NO ESTUVIMOS SOLOS
Última entrada dedicada a la Argentina. Va siendo hora de que este blog vuelva a la caótica normalidad de la que ha presumido siempre.
Y va dedicada a los compañeros de viaje que nos han acompañado desde la letra impresa. Hemos ido cinco, pero con cada uno, muchos más:
lunes, 8 de septiembre de 2008
CASUALIDAD E INTERTEXTUALIDAD: RAYUELA.COM
Prometí dedicarte una próxima actualización diferente, pero es que en menos de doce horas y a miles de kilómetros, la casualidad ha vuelta a mostrarse. Si no, lee: chatear sobre la casualidad, la casualidad en Cortázar, la casualidad al principio de Rayuela; despertarme e ir a trámites burocráticos, ver que hay mucha cola, hacer antes unas compras, encontrar una nueva librería, comprar un libro, dirigirme al mostrador a pagarlo, toparme con la sección autores del Campo de Gibraltar, echar un vistazo y abrir un libro sólo porque la editorial es del pequeño pueblo donde trabajo, abrirlo por una página cualquiera y encontrar un capítulo titulado "Rayuela.com" (de nuevo la casualidad, el principio del libro, pero...¡recreado en clave de messenger!). No es que sea un gran texto (no pretende serlo, gracioso a lo sumo), pero la curiosidad y la casualidad mandan.
Coloco uno tras otro el inicio de Rayuela y Rayuela.com:
Los 400 golpes (“Rayuela.com”, G090). Federico Fuertes Guzmán, ed. E.d.a.
Intertextualidad. Foto: © jesús martín camacho.2008.
sábado, 6 de septiembre de 2008
USHUAIA, FIN DEL MUNDO Y CLÍMAX DE NUESTRA ARGENTINA
Os dejo algunos minutos hasta que me ubiquéis en ese lugarcito en vuestro mapamundi desplegado, en vuestro globo terráqueo desempolvado, en el mundo que habréis coloreado temblorosamente. Uno. Dos. Tres.
Exactamente: si tus ojos recorren la cordillera andina de norte a sur (al oeste vas dejando la Chile de Neruda, al este de las montañas ves Argentina), sin separarte, casi llegando al final del Cono, cuando la cadena montañosa tuerce su columna vertebral, aparece entonces una región blanca entre lagos y montañas coronadas de espuma o algodón o miles de años o colihues de hoja perenne que llegan cerca de sus cimas, entre valles helados trescientos setenta días por año. El canal que tiene al sur se llama Beagle, y sus aguas son al mismo tiempo las del Atlántico y las del Pacífico. ¿La ciudad? USHUAIA., portuaria, corazón de la Tierra del Fuego. Estoy en Fin del Mundo, y cualquier paso hacia adelante significa un salto al abismo: tan sólo mil kilómetros me separan de la Antártida.