Para Iván, enamorado de Gaudí y todo lo que hizo en su Barcelona natal común.
Un viaje a Roma es lo que tiene. Se te meten tantas cosas por los poros que no puedes sino verte impulsado a dejarte invadir en esos días y sufrir las consecuencias en los tiempos posteriores. En otros viajes acabé empapándome a la vuelta de las vidas y obras de Miguel Ángel, Caravaggio, Bernini, etc.
En este último, ha sido la arquitectura la que me ha llamado a las sensaciones. Pero no he empezado por ningún ejemplo italiano, no. He empezado por un creador en el más absoluto valor de la palabra, un genio personal (universal ya lo era) al que colocaré desde ya en un lugar privilegiado de mi panteón.
Así que, enlazando Roma, la sensación que me impulsó, Miguel Ángel (por indirecta alusión) y Gaudí, vayan aquí las palabras de este último y la imagen de detalle:
"El gran libro siempre abierto y que hay que hacer el esfuerzo de leer es el de la naturaleza; los otros libros han sido extraídos de éste y además contienen las equivocaciones y las interpretaciones de los hombres".
Basílica de San Pedro. Vaticano. Foto: (c) Jesús Martín Camacho.2011