martes, 26 de mayo de 2009

LA MEJOR MATERIA PRIMA

Hoy, último día que los veo en clase. Joder, cuánto me han dado. ¿Cómo uno empezó en esto? ¿cómo llegó tan desecho de mundo y persona y fue sanado sin que quisiese siquiera que lo ayudasen? Éramos desconocidos y poco a poco hubo más, algún que otro consejo musical, bromas, fotos, charlas serias, confidencias. Este año la cosa ha ido a más, ¿y cómo no, si nos hemos bebido el temario de segundo de bachillerato en apenas dos meses y medio? Mucha traducción, excelentes notas y más tiempo libre... Me enorgullezco de decir que les he enseñado mucho latín y griego, pero eso se olvida; sin embargo, más honor me da que hemos aprendido juntos otras muchas más cosas. Ésas que siempre se recordarán.







Arroyo de la Miel. (c) jesús martín camacho.2009.

Por cierto, ellos son tres, pero hacen de muchos más. En ellos están también Paqui Zamudio, la risa del pimiento; Sandrita, la del mundo en los ojos; Mª del Mar, la elegancia responsable; Mayka, la sonrisa delante de la picardía; José Antonio y Carlos, la autoridad presente; Mari, la constructora de palabras; Rosita, la encantada encantadora; Carolina, las ganas contra la espalda; Melanie, la trabajadora inagotable; Amanda, la que se encontró y ha de ser amada; y muchos, tantos otros....

lunes, 18 de mayo de 2009

EL DOLOR

Un anciano, su nieto. Viaje en busca de su hijo. El dolor del pasado, de lo que le está pasando, de lo que tendrá que decir. Noventa páginas de lirismo y silencio. De polvo en el recuerdo. De pasado real y presente en el pensamiento. Hay libros que dicen mucho de un pueblo sin contar nada de su historia. Afganistán tiene un nuevo trovador.

"-Sabes, anciano, el dolor, o bien se funde y mana de los ojos, o bien se convierte en un puñal que sustituye a la lengua, o bien se transforma en una bomba interior que un día explota y te hace explotar a ti también. La pena de Fateh, el guarda, tiene algo de las tres cosas a la vez. Cuando viene a verme, el dolor mana con sus lágrimas. Pero en cuanto se queda solo en la caseta, se convierte en bomba. Y, al salir y encontrarse con la gente, su dolor es la hoja de un puñal; tiene ganas de...
Ya no oyes las palabras del abacero. Te pierdes en el fondo de ti mismo, allí donde tu angustia sigue agazapada. ¿Y tu propio dolor? ¿Se ha transformado en lágrimas? No, si no, habría llorado. ¿En puñal? tampoco, aún no has herido a nadie. ¿En bomba? No, sigues vivo. No puedes describir tu dolor. Todavía no ha cobrado forma. Es demasiado pronto".

Tierra y cenizas. Atiq Rahimi. Ed. Lengua de Trapo, trad. de Masoud Sabouri. 2001.


Arroyo de la Miel. Foto: (c) jesús martín camacho.2009.