miércoles, 31 de enero de 2007

POR TIERRAS NAZARÍES II (EL CORRAL DEL CARBÓN)

Mi última visita a Granada me deparó una agradable sorpresa (aparte de conocer a mucha gente que de inmediato me hizo sentir como un amigo más en la reunión - pero esto no fue una sorpresa, pues ya me habían advertido previamente de su calidez-): el Corral del Carbón.


Caminando por la calle, me llevaron sin saber dónde iba. Conforme me iba acercando y pude vislumbrar algo de su interior a través del arco de la entrada, ya sabía que merecería la pena entrar. Sólo es un patio cercado por tres plantas sostenidas por columnas que juegan entre ellas a las simetrías y con una pila de dos caños en el centro.


Nada más. Y sin embargo me encantó. No sé si por su austera soledad, por sus enredaderas a medio pelar subiendo por las columnas,

por suelo empedrado completamente cubierto de sus hojas

o por los mirlos que jugaban en la red que malproteje su parte superior.

Todo ello me atrapó. Gracias. Pero, ¿qué es el Corral del Carbón. Pues la única alhóndiga conservada en su totalidad en España. ¿Y que es una alhóndiga (del ár. clás. al funduq)? Pues ni más ni menos que una especia de casa pública que servía a la vez de hospedería y de almacén para la compraventa -de trigo normalmente-. Ésta en concreto data de principios del s. XIV. Cuando la ciudad fue tomada por los Reyes Católicos, pasó a ser más conocida con el nombre actual, adjudicado popularmente por ser residencia temporal de carboneros y por tener cerca un peso para el carbón. Poco después los RRCC se la donaron a su mozo de espuelas. Cuando éste murió sin descendencia, el corral pasó a ser de uso público. Hasta hoy día, cuando alberga la Oficina de Turismo y diversos comienzos artesanales, ha sido corral de comedias (s. XVI) y casa de vecinos (s. XVII-XVIII).

Fotos: © jesús martín camacho. 2007.

sábado, 20 de enero de 2007

POR TIERRAS NAZARÍES (CARMEN DE LOS MÁRTIRES)

Palacio de Carlos V y Alhambra
El primer viaje del año (2-3 de Enero) tuvo como destino Granada. Es la tercera vez que voy y ya me estoy arrepintiendo de estar descubriéndola tan tarde -aunque quizá sea mejor así: ¡"el paraíso en la otra esquina"!-. De todos modos, el lugar que más me gustó lo voy a dejar para la siguiente entrada; ésta la dedicaré al descubrimiento de la segunda vez que fui: El carmen de los Mártires, supongo que conocidísimo por todos los que habéis vivido allí alguna temporada y admirado por los que lo habéis visto al menos una vez. Para los demás, tarea obligada ir a pasear por allí. Os llevará al menos un par de horas recorrerlo; para degustarlo, todas las que empleéis serán pocas. Es un lugar que, como los Reales Alcázares de Sevilla, te echa el ojo nada más entrar y te obliga a ser su cómplice para que compartas sus secretos -puestos a la vista de todos, ojo- y no dejes de hacerle la visita. Además, el carmen de los Mártires tiene una larga y variada historia: ubicado en la colina de la Alhambra en el Campo llamado de Ahabaul en el s. XI y que con los cristianos pasó a conocerse como Corral de los cautivos o Campo de los Mártires, por ser escenario de maniobras militares y justas medievales. Punto de partida para la vergonzosa despedida de Boabdil en su camino para entregar las llaves de la ciudad. Convento de los carmelitas en el XVI, regentado por San Juan de la Cruz. Propiedad privada de diferentes familias nobles o militares. A manos pública desde los años setenta. Acorde con estos cambios de funciones y propietarios está la diversidad de sus rincones:
El Patio Nazarí

El Lago de la Isla


Diferentes huertos, jardines, parques, etc.

(¡sin contar con la hospitalidad de algún que otro pavo real!).

Fotos: © jesús martín camacho.2007.

viernes, 12 de enero de 2007

PROMETEO

Hace un tiempo fue Sísifo. Ahora le toca el turno a Prometeo. Y a Kafka. Coge una historia perfectamente conocida -la del titán filántropo que sufre los castigos de Zeus por robar el fuego para evitar la desaparición de los hombres- y le da no una sino varias vueltas de tuerca. Igual que hizo Newman con Sísifo. Pero aquí el escritor renovador no juega sólo con el contenido de la historia, sino con el propio concepto de mito y su relación con la (ir)realidad.
Espero que lo disfruten:

De Prometeo informan cuatro leyendas. Según la primera, fue amarrado al Cáucaso por haber revelado a los hombres los secretos divinos, y los dioses mandaron águilas a devorar su hígado, perpetuamente renovado.
Según la segunda, Prometeo, aguijoneado por el dolor de los picos desgarradores, se fue hundiendo en la roca hasta compenetrarse con ella.
Según la tercera, la tradición fue olvidada en el curso de los siglos. Los dioses lo olvidaron. Las águilas lo olvidaron, él mismo se olvidó.
Según la cuarta, se cansaron de esta historia insensata. Se cansaron los dioses, se cansaron las águilas, la herida cerró de cansancio.
Quedó el inexplicable peñasco.
La leyenda quiere explicar lo inexplicable.
Como nacida de una verdad tiene que volver a lo inexplicable.

Franz Kafka, Prometeo (trad. de J. L. Borges).


Copa de cerámica lacónica con imagen de Atlas y Prometeo, atribuida a Archelisias II, s. VI a.C. Museo Vaticano.

lunes, 8 de enero de 2007

CUENTOS SIN MORALEJA (VI)

Patito Feo
Te convertiste en cisne
Te suicidaste.
© jesús martín camacho. 2007.


Volendam (Holanda). Foto: © jesús martín camacho.

ACOJONADO

Siento tardar tanto en escribir, pero cambiarme a la nueva versión de blogger me ha costado más de un susto (¡y aún no sé si lo he hecho bien!). Gracias, David, por sacarme del atolladero. Esto sumado a que no tengo internet en casa durante Navidades -a pesar de los ofrecimientos de Sergio y Samara-.
Tras esto, espero continuar con el blog.
Feliz año.