lunes, 23 de junio de 2008

¿REALMENTE SE VUELVE?

Otro año y otra vuelta en breve. ¿Pero adónde regreso si ya hace más de diez años que no vivo allí más que algunas semanas en verano? Misma gente, pero distinta. Diferentes situaciones, pero iguales. Vuelvo; más bien: voy.

¿Por qué decimos hemos vuelto?

Ni los mismos que cuando nos fuimos somos,

ni en nada al que abandonamos

el lugar que nos recibe se asemeja.

No se vuelve adonde no se estuvo nunca.

nuestro viaje es siempre de ida.

Con ilusión se inició –fuimos iniciados en- el camino;

¿qué queda de él a la vuelta?

Nada, sólo tú mismo,

pero sin gran cosa que hacer.

© Jesús Martín Camacho. 2005.



Ulises vuelve. Cabo de Gata, Almería. Foto: © Jesús Martín Camacho.2008.

viernes, 20 de junio de 2008

MIENTRAS...

¡Malditos, sí, malditos los genios de la poesía, que aún en pequeñas bagatelas, en ejercicios de estilo, me hacen estremecer al traerme con sus palabras lo que acabo de sentir!:

Donec gratus eram tibi
nec quisquam potior bracchia candidae
cervici iuuenis dabat,
Persarum uigui rege beatior.

(Horacio, Odas 3, 9, 14)

Maldito, mil veces maldito. Gracias.

PD: Esta entrada es sólo para mí. Sí, aunque sea ilógico en un blog, es sólo para mí. Por eso no pongo traducción. De todos modos, muchos lo haríais mejor que yo. Y los que no, sabréis dónde encontrar una en internet.

lunes, 16 de junio de 2008

OLD BLUESMAN

Aghhr...el bourbon ya no sabe a humo. 1913, Belzoni (Mississippi). El blues se cansó de esperarme y tuve que nacerle. Risas. Encías. Apenas tres dientes. Trece años después ya aporreaba el piano. Dignidad de pillo. Ahora me da igual tocar en el Delta, en Chicago o al otro lado del charco. Lo indispensable: tocar todas las noches. Pero el tabaco ya no me seca el remojo; el bourbon no está velado.Tras ochenta años sigo maltratando las teclas con mimos resbalados. Mis ojos no distinguen las negras de las blances desde hace tiempo. La mano recorre la comisura de los labios descolgados.





Pero el trago bueno del malo, ay chico, ¡ése no se me escapa! Aunque hace ya cuatro años que no lo acompaña la calada. El tabaco o el bourbon. Y fue el tabaco. De todos mudos el humo acompaña en el bar de Williamson cada noche. A cada trago del licor, hincho los pulmones -gesto de flaca inspiración- y recojo las bocanadas de todo el garito. Risotada de ingeniosa inspiración. Y el oído. No hay vista, pero sí oído. Se pasea los dedos de una mano sobre los de la otra. Y tacto. Me queda poco. Mira mis manos. Más que dedos son nudos. Su color es el de la tierra. Regreso al suelo. Cada vez que termino de tocar, me es más difícil levantarlos de las teclas. Quieren volverse raíces, volver a la tierra. Su voz es quieta. Sus manos, no.
© Jesús Martín Camacho. 2008.




Pinetop Perkins, en Cazorla (Jaén). Foto: © Jesús Martín Camacho. 2007.

sábado, 14 de junio de 2008

FELICIDADES, PRECIOSA

Me da igual la foto o el texto, lo que importa es que:

En estos ojos
hay mucha más vida
que en el propio mundo





Felicidades, encanto. No tienes ni idea de lo que tú y los demás supusísteis para mí. Muchos besos y ¡hacia arriba!

Mérida. Foto: © Jesús Martín Camacho. 2006.

miércoles, 11 de junio de 2008

CUENTOS SIN MORALEJA (IX): EL LAGO DE LOS CISNES

y su marido
sólo echaba migajas
al pobre cisne




Porta do Lacos, Parque da Pena. Sintra (Portugal). Foto: © Jesús Martín Camacho. 2004.

martes, 3 de junio de 2008

ESE ALGO... (II)

Ayer, mientras me disponia a elegir las imágenes que quería mostrar, ya veía que la tarea iba a ser difícil. En un principio tenía más de cincuenta, demasiadas. Pero conforme descartaba, a cada click de ratón, iba recordando la historia que estaba detrás del rostro que eliminaba (¡tranquilos, no las voy a contar!). Demasiado dolor para un nostálgico empedernido. No he podido remediarlo: aquí os dejo con una seguna (y última tanda):






























Fotos: © Jesús Martín Camacho. 2006-2008.

lunes, 2 de junio de 2008

ESE ALGO...

Dicen muchos fotógrafos que, cuando realizan retratos, trabajan con denuedo tanto en su concepción y visualización como en la parte técnica, para que los modelos salgan del modo más natural, para que el artificio apenas se vea (la ardua sencillez, que dirían los poetas). A mí, en espera de llegar un día a dominar la técnica fotográfica, me gusta recorrer en los retratos el camino inverso: hacer fotos casi sin concebirlas ni pensar en la persona que está delante, de modo que después me sorprenda ese algo especial que tiene o que, en caso contrario, se presenta en la imagen.
No sé si me he explicado. Pero aquí están varias de mis favoritas. Juzguen ustedes.



















Fotos: © Jesús Martín Camacho.2005-2008.