Otro año y otra vuelta en breve. ¿Pero adónde regreso si ya hace más de diez años que no vivo allí más que algunas semanas en verano? Misma gente, pero distinta. Diferentes situaciones, pero iguales. Vuelvo; más bien: voy.
¿Por qué decimos hemos vuelto?
Ni los mismos que cuando nos fuimos somos,
ni en nada al que abandonamos
el lugar que nos recibe se asemeja.
No se vuelve adonde no se estuvo nunca.
nuestro viaje es siempre de ida.
Con ilusión se inició –fuimos iniciados en- el camino;
¿qué queda de él a la vuelta?
Nada, sólo tú mismo,
pero sin gran cosa que hacer.
© Jesús Martín Camacho. 2005.
4 comentarios:
Me encanta la foto, y el texto es una de esas grandes verdades :)
Tal vez todo siga igual y seas tú el que cambia cada vez que vas (aunque sin volver) ;)
Un saludo!
Muy probablemente haya sido / sea así, amiga Vane, pero te respondo mejor con la siguiente entrada que ponga en el blog, ¿vale?
Quizás no sea el que fui, pero los defectos son los mismos.
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