sábado, 25 de noviembre de 2006

A MI ALMA

Cuando uno no está pasando por su mejor momento. Cuando ni siquiera es un momento bueno, se agradece cualquier gesto, cualquier conversación. Paso por uno de esos trances y me siento realmente afortunado de poder contar, además de con mi familia en la distancia (no sé cómo pagaros), con mi familia de aquí: gracias Irene por tus conversaciones y apoyo; Lui, porque me escuchas, a pesar; y Agustín, por estar aquí y regalarme cosas tan bellas como el poema de Juan Ramón:
A MI ALMA
(reconvertido en "A mi amigo")
Siempre tienes la rama preparada
para la rosa justa; andas alerta
siempre, el oído cálido en la puerta
de tu cuerpo, a la flecha inesperada.
Una onda no pasa de la nada,
que no se lleve de tu sombra abierta
la luz mejor. De noche, estás despierto
en tu estrella, a la vida desvelado.
Signo indeleble pones en las cosas.
Luego, tornada gloria de las cumbres,
revivirás en todo lo que sellas.
Tu rosa será norma de las rosas,
tu oír de la armonía, de las lumbres
tu pensar, tu velar de las estrellas.
Gracias, Bill. No sabes lo que valen para mí estas palabras.

Mazagón. Foto: © jesús martín camacho. 2005.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde luego es un regalo realmente bonito...

En los momentos malos suelo pensar en los buenos o, mejor dicho, en por qué los buenos ratos son precisamente así de buenos. Cuando analizo el por qué de mis buenos momentos llego a lo que necesito.

Por si te ayudo...

1) No le des a las cosas más importancia de la que tienen: engorda el problema, lo empasta todo y acabas hecho un lío.
2) Haz todo lo que te gusta hacer: no te cortes. Diviértete un poco.
3) No pasa nada por estar solo, pasar tu duelo y pensar sin excesos.
4) No escribas sobre tí mismo en estos momentos. Te hará polvo la autocrítica o el análisis de tú problema (me lo enseñó alguien a quien quiero muchísimo. Como te pasa a ti, me lo enseñó mi mejor amigo: mi hermano).
5)Por el culo te la jinco.
6)Siempre puedes descolgar el teléfono para hablar con los tuyos...ellos siempre están ahí.
7)Cuando quieras, a una hora de Lepe, yo estoy para comer, cenar, pasear o charlar. No me gusta saber que la gente lo pasa mal.

Un abrazo y arriba el ánimo!

Anónimo dijo...

Desde luego es un regalo realmente bonito...

En los momentos malos suelo pensar en los buenos o, mejor dicho, en por qué los buenos ratos son precisamente así de buenos. Cuando analizo el por qué de mis buenos momentos llego a lo que necesito.

Por si te ayudo...

1) No le des a las cosas más importancia de la que tienen: engorda el problema, lo empasta todo y acabas hecho un lío.
2) Haz todo lo que te gusta hacer: no te cortes. Diviértete un poco.
3) No pasa nada por estar solo, pasar tu duelo y pensar sin excesos.
4) No escribas sobre tí mismo en estos momentos. Te hará polvo la autocrítica o el análisis de tú problema (me lo enseñó alguien a quien quiero muchísimo. Como te pasa a ti, me lo enseñó mi mejor amigo: mi hermano).
5)Por el culo te la jinco.
6)Siempre puedes descolgar el teléfono para hablar con los tuyos...ellos siempre están ahí.
7)Cuando quieras, a una hora de Lepe, yo estoy para comer, cenar, pasear o charlar. No me gusta saber que la gente lo pasa mal.

Un abrazo y arriba el ánimo!

Iesus dijo...

Muchas gracias, Ana. También me ayudan tus palabras. Espero que pase pronto. ¡No siempre hay que pensar mucho!
Ya te avisaré cuando vaya por Sevilla, que suelo ir mucho... y nos tomamos unas birras.

Anónimo dijo...

Vaya...: "Ana y el mundo de la tecnología", mi comentario duplicado...En fin, estas son las cosas que me pasan a mí.

Muy bien, aquí estoy en Sevilla para cuando quieras una mano amiga y una buena Cruzcampo (que no falte).

Besos

Se me olvidó decirte algo importante: NO TE OLVIDES DE TI MISMO.