jueves, 7 de junio de 2007

PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA

César Vallejo, con su viejo gabán negro, se sienta en un banco de París. Hastiado, deprimido, se siente pesado, como una piedra negra sobre una piedra blanca. Ha visto ya el día de su entierro. Ha soñado con él, por eso desde su presente recuerda su futuro.
El poeta peruano murió en París, efectivamente, pero no en otoño, sino en abril. Una lluvia fina pero persistente empapó a los que asistieron a su entierro en el cementerio de Montparnasse, donde él deseaba descansar.

Tumba de César Vallejo en el cementerio de Montparnasse. París.

Les dejo con "Piedra negra sobre una piedra blanca", de su libro Poemas humanos (y sigo aprendiendo...). Disfrutenlo. Impresionante:
Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...

Lluvia sobre el cementerio de Montparnasse. París.
Fotos:© jesús martín camacho.2007.

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