Buscar lo oculto de otra persona. Hallar su deseo. Provocar su espasmo.
Henri Toulouse-Lautrec. The Kiss. 1892.
Desde que no ataco tu espalda,
He perdido la costumbre de resucitar.
Ya no sorprendo al día
Eyaculando sus primeros rayos
A través de las adormecidas persianas,
Exhaustas de ocultar orgasmos:
Tus gemidos, amordazados con sudor,
Tus labios, enrojecidos
Con mi garganta seca;
Tus piernas, despeinadas;
Ensombrecido con mi pecho, tu rostro;
Mis manos, prisioneras gustosas
Del tenso temblor de tus muslos;
En definitiva, tu placer expulsado
Con mi fuerza.
Hoy tengo ganas de ensuciarte.
© Jesús Martín Camacho. 2006.
3 comentarios:
me encantan lo que evocan los cuadros con semejante titulo
recomiendo http://www.guerrarte.com/pinturas/El%20beso.jpg
un beso
¿sabes que este día celebré mi aniversario en esta tierra de conquistadores?
Estuvo padre...
Por cierto, genial este...
Felicidades entonces, amigo (o amiga anónimo) y muchas gracias por dejar tu comentario.
Un abrazo.
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