viernes, 10 de febrero de 2006

LA MANO EN EL FUEGO

Buscar lo oculto de otra persona. Hallar su deseo. Provocar su espasmo.

Henri Toulouse-Lautrec. The Kiss. 1892.


Desde que no ataco tu espalda,
He perdido la costumbre de resucitar.
Ya no sorprendo al día
Eyaculando sus primeros rayos
A través de las adormecidas persianas,
Exhaustas de ocultar orgasmos:
Tus gemidos, amordazados con sudor,
Tus labios, enrojecidos
Con mi garganta seca;
Tus piernas, despeinadas;
Ensombrecido con mi pecho, tu rostro;
Mis manos, prisioneras gustosas
Del tenso temblor de tus muslos;
En definitiva, tu placer expulsado
Con mi fuerza.
Hoy tengo ganas de ensuciarte.

© Jesús Martín Camacho. 2006.

3 comentarios:

la flaca dijo...

me encantan lo que evocan los cuadros con semejante titulo
recomiendo http://www.guerrarte.com/pinturas/El%20beso.jpg

un beso

Anónimo dijo...

¿sabes que este día celebré mi aniversario en esta tierra de conquistadores?
Estuvo padre...

Por cierto, genial este...

Iesus dijo...

Felicidades entonces, amigo (o amiga anónimo) y muchas gracias por dejar tu comentario.
Un abrazo.