domingo, 22 de abril de 2007

DÍPTICO DE GREDOS (y II)

Un mes exacto. Un mes sin escribir. Y dos meses desde que fui a Gredos. La vivencia, sin embargo, está presente como si la hubiera vivido ayer. Perdón por el retraso. Lo siento, de veras. Espero que las imágenes que os traigo justifiquen un poco mi dejadez. ¡Y que no se vuelva a repetir!
Pero metámonos en materia: tras la marcha del día anterior, habían aumentado las ganas de seguir andando, de probar las fuerzas con una verdadera ruta. Por delante nos esperaban treinta y tantos kilómetros (ida y vuelta) en un día completo por el Circo de Gredos (en realidad, su forma no es la de un circo, sino más bien la de un anfiteatro).
Si nada más levantarte te asomas a la ventana y ves lo siguiente, ya sabes que va a ser un gran día:


Amanece un cielo nublado, pero con pinta de despejarse conforme avance el día; además, la escarcha y el frío te obligan a comenzar a andar cuanto antes para entrar en calor:

Nada más dejar el coche en la plataforma -verdadero inicio de la ruta hacia el Circo-, un impresionante rebaño de cabras salvajes nos reciben y, tras un largo intervalo, se marchan roca arriba. Todas excepto la cría de la foto, que, curiosa, baja hacia nosotros y tan sólo regresa cuando su madre va en su búsqueda. Esta es la suerte de ir un lunes; los fines de semana, atestada la sierra, sería imposible toparte con ellas):


Comienza el ascenso y los riachuelos helados:

Tras el primer repecho, el hielo deja paso a los montoncitos de nieve que aún no terminaron de fundirse:


El paisaje (mi memoria es cinematográfica) era el de "Las aventuras de Jeremiah Johnson". O si no lo era -es lo de menos- a mí me lo pareció -es "lo de más"-:



Por fin todo el terreno se cubrió de nieve y comenzó la parte más bonita de la marcha. La subida al Circo no defraudó en absoluto (sobre todo a mí, que sólo la había hecho en verano):


Impresiona ver los Cuchillares y el Almanzor:



Y la Laguna Grande completamente helada:




Allí, la parada para comer y disfrutar del reposo. Después,camino hacia las Cinco Lagunas a través de la Puerta del Rey y vuelta. Al regreso (hacia las 7 de la tarde), el merecido descanso.

Sierra de Gredos. Ávila. Fotos: ©Jesús Martín Camacho.2007.

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