viernes, 16 de junio de 2006

SAN JUAN DE GAZTELUGATXE




Hay lugares en los que le jode a uno encontrarse con un montón de gente. Lugares que uno preferiría disfrutar solo. Cualquier mínimo ruido que no sea connatural a él, lo afea y destruye un poquito. No digamos el ataque de los turistas. Y lo peor es que ¡tú mismo eres uno de ellos, con el mismo derecho de visitarlo! La visita masiva de gente estropeó mi recuerdo del Monte de Santa Tecla (Lugo), del poblado celta que descansa en su falda, y del Cabo da Roca, en Portugal, por poner dos ejemplos; me pude librar de ello en Cruz Alta (Sintra) y, sobre todo, en la Acrópolis de Atenas (increíble, pero el tiempo lluvioso obró el milagro).

Aquí, sin embargo,en San Juan de Gaztelugatxe, aunque éramos muchos los que estábamos allí ese domingo -mala elección la del día-, esto no impidió que disfrutara de sus vistas y de la subida a la ermita. La roca fue en un principio una isla, pero con posterioridad se le añadió un puente para que pudieran pasar los peregrinos, cada vez más numerosos. Una vez en la "isla", 231 peldaños de via crucis separan al fiel del templo, situado a unos cien metros por encima del nivel del mar.

Ermita de San Juan de Gaztelugatxe. Carretera de Bermeo a Bakio. Vizcaya. Fotos: © jesús martín camacho. 2006.

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