martes, 13 de junio de 2006

MÚSICA

Para Christian, por hacer de hermano mayor e introducirme
en la buena música, el buen cine y la buena literatura.
Entonces apareció aquel hombre. Llevaba una guitarra y un pequeño amplificador. Lo plantó cerca de los bancos de la plaza, allí donde había más gente, y lo encendió. La mayoría de los presentes apenas le dirigió un par de miradas cuando, sorprendidos por el sonido de la música, comenzó a tocar. ¡Al instante retomaron sus vanas conversaciones, sus insulsos chismorreos, sus patéticas inquietudes! Dejé a mis amigas jugando, me separé un poco y me senté a escuchar. No pasó mucho tiempo hasta que el músico se dio cuenta de que nadie le atendía, y, ya a punto de recoger su humilde equipo, me miró. Bajé la vista, incómoda. Cuando la levanté, seguía observándome. Me sonrió. Se acercó hacia mí. Probablemente pensaría que ganándose el interés de una niña pequeña conseguiría al menos unas monedas de sus padres; o quizá no, quizá le recordase a él de niño. Sea como fuere, si era realmente así, no habría caído en ello ni me hubiese importado lo más mínimo. Ahora yo era su única espectadora y lo que sonaba tenía cada vez un aire más exclusivo e íntimo. Ya no sentía vergüenza. Me giré completamente y me quedé embobada. Él debió de sentir ese interés, porque ya no tocaba canciones más o menos populares, sino que comenzó a versionar de piezas clásicas. Aquello terminó por cautivarme. Se acercó y se acomodó en el suelo. Continuó tocando. Sólo para mí.

Plaza Mayor. Bilbao. Foto: © Jesús Martín Camacho. 2006.

2 comentarios:

Víctor Salas dijo...

El comentario que te voy a hacer no es del artículo, es de la foto. La foto es del carajo pero hay una forma de que sea perfecta; la foto "pesa" mucho a su izquierda, toda la atención se centra ahí. La solución, levantar más el encuadre, de eso modo se elimina el aire que hay debajo del protagonista y no se lo corta la cabeza al tío de la derecha, de este modo se equilibra la foto...

Ahora, para que acompañe perfectamente la historia centrate en el rectángulo que forman las cabezas de la niña y del músico, y la funda de la guitarra.

No es por criticar, es que me ha gustado la combinación foto-historia (llevo mucho tiempo queriendo hacer algo parecido en mi blog, sólo que no encuentro la foto que me guste) y sólo quería darte mi opinión

Iesus dijo...

Amigo Víctor, efectivamente la foto no está bien hecha: las prisas por hacerla para no perderme la mirada de la niña ymi poca pericia fotográfica se conjugaron a la perfección...Efectivamente, la parte inferior sobra (la superior poca solución tiene) y la editaré en breve. Lo de centrarme en la niña y el músico ya no me convence tanto, puesto que lo que me interesa es ver cómo los demás apenas hacen caso al que toca y la niña sí que está embobada (de todos modos, creo que la expresión de la niña y la postura del guitarrista son más que suficiente para destacar sobre los otros.
Oye, sigue dando opinión, que así aprendo, campeón.
Ya espero la siguiente entrega de "dónde la coges" (Feria Algeciras ed. 2006). Yo, lamentablemente, no puedo ir. ¡No derrames mucho! UN abrazo