viernes, 2 de diciembre de 2005

EN UN LUGAR SOLITARIO (I)


Dana Andrews, Vincent Price, Gene Tierney y Clifton Webb

Me gustaría empezar hoy, a modo de sesiones periódicas, una nueva serie de entradas dedicadas a diálogos de cine. Es un modo de reivindicar el arte de la palabra inteligente. Espero que lo disfruten.

Empiezo, cómo no, con Laura -de nuevo- y con una parte de su magistral primer principio: el detective McPherson se encuentra en casa del columnista Waldo Lydecker, un hombre tan refinado como soberbio, tan inteligente como mordaz, que se autopresenta como "el único hombre que realmente sabía quién era Laura". El policía investiga su asesinato y toma declaración al escritor. En esta primera entrevista, cada uno se interesa por la persona del otro, y ambos por la joven difunta.


Clifton Webb y Dana Andrews

McPherson:
"Tiene ud. buena memoria, sr. Lynecker"
Lydecker: "Siempre me resultó simpático aquel policía con tan poco apego a la vida"
McPherson: "Gracias. Confío en que no le daré motivos para cambiar ahora de opinión"
Lydeker: "¿Tiene alguna pregunta más que hacerme?"
McPherson: "Sí. Sólo una. Hace dos años, el diecisiete de octubre empezó escribiendo en su columna la crítica de un libro, pero al final mencionaba ud. el caso del asesinato de Harrington"
Lydecker: "¿Acaso los procesos de la mente creadora están ahora bajo la jurisdicción de la policía?"
McPherson: "Escribió ud. que Harrington fue asesinado con una escopeta de perdigones, igual que mataron a Laura Hunt hace dos noches".
Lydecker: "¿Escribí yo eso?"
McPherson: "Sí, pero a Harrington le mataron con un atizador"
Lydecker: "¡Qué vulgaridad! Mi versión era evidentemente superior. No me preocupan los pequeños detalles"
McPherson: "A mí, sí. Hasta la vista"
Lydecker: "¿Me permite que le acompañe?"
McPherson: "¿Para qué?"
Lydecker: "El asesinato es mi delito favorito. Escribo mucho sobre ellos. Sé que ha de visitar ud. a toda su lista de sospechosos y me interesan sus reacciones"


Dana Andrews, Clifton Webb, Vincent Price y Judith Anderson

McPherson:
"Ud. también figura en la lista"
Lydecker: "¡Claro! Pasarme por alto hubiera sido un insulto"
McPherson: "Puede resultar peligroso insultarle a ud., sr. Lydecker"
Lydecker: "¿De veras sospecha de mí?"
McPherson: "Sí"
Lydecker: "McPherson, si entiende ud. algo de caras, mire la mía. ¿No le resulta de lo más inocente mi expresión? ¿Ha visto alguna vez ojos tan cándidos?" (mira a McPherson, que está entretenido con un juguete de manos de equilibrios) "¿Confiscó eso en alguna redada en algún parque infantil?"
McPherson: "Educa el sistema nervioso. ¿Quiere ud. probar?"
Lydecker: "No, gracias"
McPherson: "¿Estaba ud. enamorado de Laura Hunt?... ¿Lo estaba ella de ud?
Lydecker: "Para Laura yo era el hombre más culto, ingenioso e interesante que había conocido.. Y yo estaba de acuerdo respecto a ello. También me tenía por el más gentil, cariñoso y... simpático ser de este mundo"
McPherson: "¿Y en eso seguía ud. de acuerdo?"
Lydecker: "McPherson, ud. no lo entenderá, pero yo intento ser el hombre más gentil, cariñoso, simpático y bueno de este mundo"
McPherson: "¿Y tiene éxito?"
Lydecker: "Le pondré un ejemplo: lamentaría ver a los niños de mis vecinos devorados por los lobos. ¿Nos vamos?"

Laura, Otto Preminger (1944). Guión de Jay Dratler, Samuel Hoffenstein, Elizabeth Reinhardt y Ring Lardner Jr. (sin acreditar), a partir de la novela de Vera Caspary.

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