miércoles, 17 de junio de 2009

HÉCTOR



Profundidad de lectura. Clarividencia en el análisis. Expresión clara. Prosa sencilla y hermosa. Me está enamorando la lectura de De la Ilíada, de Rachel Bespaloff, su amor a la poesía épica ("Donde la historia muestra murallas y fronteras, la poesía descubre la predestinación que hace dignos el uno del otro a los adversarios llamados a un encuentro inexorable... Sólo ella restituye al mundo oscurecido la dignidad ofuscada por el orgullo de los vencedores y el silencio de los vencidos") y su predilección por el auténtico héroe troyano, Héctor:

"Héctor lo ha padecido todo y lo ha perdido todo, salvo a sí mismo. Dentro del mediocre grupo de los hijos de Príamo, sólo él es el príncipe, creado para reinar. Ni superhombre, ni semidiós, ni semejante a los dioses, sino hombre, y príncipe entre los hombres. Se siente a gusto en esta nobleza sin pretensiones que no se enorgullece en el respeto a sí mimo, ni se humilla en el respeto a los dioses. Tiene mucho que perder porque está satisfecho y siempre por encima de aquello que lo satisface a causa de su anhelo por desafiar el destino. Protegido porApolo, protector de Ilio, defensor de una ciudad, una mujer y un niño, Héctor es el guardián de las felicidades perecederas. La pasión por la gloria lo exalta sin cegarlo y lo sostiene uando la esperanza lo abandona."

De la Ilíada, R. Bespaloff, ed. minúscula, trad. R. Rius Gatell.2009.

Armas de época micénica. Museo de Olimpia. Fotos: jesús martín camacho. 2006.

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