jueves, 12 de febrero de 2009

NABOKOV: ASÍ SE COMIENZA Y POR ESTO SE ESCRIBE.

La gente que me conoce sabe de mi debilidad y mi admiración por Nabokov. No sólo me parece el más genial de los escritores obsesivos por su trabajo-vida de todos los tiempos (y mira que este club tiene bastantes socios ilustres), sino también porque me abrió las puertas a la literatura de su amada y lejana -por largo tiempo y no menos espacio- Rusia.
Temo agotar sus escritos. Son pocos (demasiado pocos) sus novelas que me quedan por leer (los libros y ensayos ya han caído todos), y los espacio como los bocaditos al chocolate que me daban hace años para la merienda de los domingos. Y el mismo pensamiento me llega cuando pruebo uno nuevo: ¿por qué no me lo como de un bocado?

Foto de Carl Mydans


Disfruten del comienzo de Risa en la oscuridad, novela temprana (1932) de su exilio berlinés:

"Érase una vez un hombre llamado Albinus, que vivía en Berlín, Alemania. Era rico, respetable, feliz. Un día abandonó a su mujer por una amante joven; amó; no fue amado; y su vida acabó en un desastre.
Éste es el cuento, en suma, y podríamos haberlo dejado aquí si no fuera por el interés y el placer de narrarlo. Pues aunque basta el espacio de una lápida para contener, encuadernada en musgo, la versión abreviada de la vida de un hombre, los detalles siempre se agradecen"

V. Nabokov, Risa en la oscuridad, ed. Anagrama (trad. de Javier Calzada).

5 comentarios:

Patri Hache dijo...

¡Eh,eh! Hoy hemos hablado de este hombretón en clase, ¡ouh yeah!

Lo que se aprende ¿Eh?

PD.: Nabokov...se parece a Robocop...

Anónimo dijo...

Es lo rotundo y exacto del título, tus palabras amapolas como hipnóticas, las letras de Nabokov, o Gogol, da igual, y esa foto soberbia, como las tuyas a nosotros en Maipú, Buenos Aires, cuando la cervecita de a litro, rengo, gordo de Minnesota, hermano, todo, digo todo, me ha resultado delicioso en tu comentario, ¿o debo decir "post"?
Lo cuaz que me la apunto, digo la novela, aunque me esté quedando calvino, barón, cabrón, demediado, y te escriba con la derecha, que es también un poco siniestra.

Iesus dijo...

Bellas palabras, mejor que la primera parte de la entrada-post, sin duda. Eres número uno, aglutinador de anécdotas, lector contumaz, peregrino de camas ajenas que llegaste, tras mucho riesco, a tu Pórtico-lecho de la Gloria. Amén, hermano.

Pablo dijo...

¿Aquí os traéis un rollito muy intertextual, no? ¿O debería decir "intervivencial", o "intervital"? Sí, mucho Nabokov y mucha Renga-ringa-ringa, pero la cara que se le quedó a la china del supermercado únicamente la sabemos Lalirio y yo, y a la mar "maera" y a la Virgen ¿?, cirio.

Iesus dijo...

Ay, Pablito, no hables de vivencias, que aún dejó nuestro Rosarito futura madre-portera e hija de vista fotostática junto al ascensor de Maipú. ¡Maldito lector entre líneas estás tú hecho! Sigue con los rusos, sigue...